lunes, 24 de marzo de 2025

CUENTO ÍNFIMO.63

Contaba sus pensamientos con un tono más bien dramático buscando generar emociones misericordiosas en el oyente. Sus palabras permitían presagiar una vida dedicada a la tragedia, marcada desde el nacimiento por un destino aciago. Sin embargo, tanta persistencia en la melancolía daba la sensación de que se regodeaba en pintar un retrato redundante en la primera persona, un culto al "mí" individualista menos original que chocante. 

Hoy visitamos su tumba situada en un promontorio por encima de la naturaleza, fuera del tiempo, abierta a los fonemas de los vientos cósmicos.