Hay esclavos porque hay amos
y no como tú dices:
hay amos porque hay esclavos.
Mira,
afuera todo sigue igual
vidas que no son dueñas de sus vidas.
¡Silencio!
Cierra la ventana,
echa la cortina
y apaga la luz,
no nos humille la niebla
y nos arrastre por el suelo.