A los humanos nos atraen los secretos, mucho más si tienen que ver con los misterios sagrados, con la religión. Sea exagerado o no, dicen del Vaticano que es el lugar de la Tierra que más secretos guarda por metro cuadrado. El cajón de sastre que conforma este libro entre la crónica, el reportaje y la entrevista, estructurado a modo de preguntas y respuestas con la intención de desvelar al lector curiosidades e interrogantes de la historia y el funcionamiento del aparato Vaticano, el estado más pequeño del mundo pero no por ello el menos poderoso.
¿Quién manda en el Vaticano?, el Papa. La palabra Papa tiene tres etimologías, una griega y dos latinas, desde el siglo IV se usa exclusivamente para nombrar al obispo de Roma. Abre la lista de sumos pontífices San Pedro Apóstol, crucificado cabeza abajo en el año 64 o 65 d. de C. por orden del emperador Nerón; importante dato: según la tradición su tumba se ubica bajo el altar mayor de la Basílica del mismo nombre, lo que convierte al Vaticano en centro de la cristiandad y por supuesto del catolicismo. En Roma empezó todo, con un Papa que había sido pescador de peces y luego de almas. La procedencia laboral de los papas antes de ser elegidos es variopinta: abogados, magistrados, médicos, historiadores, novelistas, poetas, teólogos, profesores, dinamiteros, ermitaños, monjes. Uno dio nombre al alfabeto cirílico (San Cirilo), otro impuso el calendario gregoriano (Gregorio XIII). Los ha habido aficionados al automovilismo, al billar, a la escalada, a la natación, a los bolos, al fútbol, al teatro, al cine, a la música (con artes y maneras de pianista), a las novelas de Agatha Christie, etc. Duraran, de mayor a menor pontificado, 31 años 7 meses y 22 días o 4 días, a cada uno anécdotas nos les van a faltar. Y sí, hubo papas casados (eran otros tiempos).
Pero para llegar a Papa no se llega de cualquier manera, hay que pasar un proceso de elección. Dónde, cómo y quién lo elige; el cónclave institución fundada en el año 1274. Atentos al color del humo que expulsa la chimenea situada en el tejado de la Basílica de San Pedro, ¿negro o blanco?, ¿habemus o no habemus papam?, y cuando ya habemus papam ¿quién anuncia y presenta al nuevo pontífice a la ciudad y al mundo? Siete puntos debe acatar el elegido para ser investido con los poderes y símbolos del cargo: la sotana blanca, el solideo blanco, el anillo del Pescador, la tiara, el pectoral y el gran crucifijo de oro. Además de obispo de Roma ostenta otros títulos, entre ellos Soberano de la Ciudad-Estado del Vaticano.
Vaticano, orígenes del nombre; posible desviación de la palabra latina "vates" (adivinos) o "vate" (poeta), por lo tanto puede significar lugar de los adivinos o lugar de los poetas. Su frontera con la República de Italia la traza una línea blanca que cruza de lado a lado la plaza de San Pedro. El máximo órgano de gobierno de la Ciudad-Estado es el Gobernatorio dirigido por un secretario general y formado por varios departamentos de los que dependen el poder político, económico y militar del Vaticano. Dentro de este pequeño estado formado por unas cuantas calles (y una estación de tren) rodeadas de historia y arte, reside la Santa Sede, órgano ejecutivo del gobierno de la Iglesia Católica. Obispos, arzobispos, cardenales, curas, monjas, frailes, guardias suizos, funcionarios, diplomáticos, periodistas, turistas creyentes y no creyentes llenan de vida sus imponentes edificios religiosos, museos y jardines. El turismo es un gran invento.
Los dos últimos capítulos del libro los dedica el autor a realizar un somero recorrido por los pontificados del Papa Juan Pablo II, conservador en la doctrina, el pensamiento y la moral, renovador en los gestos, la administración y en el uso de los medios de comunicación de masas; y su sucesor el Papa Benedicto XVI, un prestigioso intelectual, teólogo inmovilista, que gobernó con mano férrea la Congregación para la Doctrina de la Fe (heredera de la Inquisición, como nos señala el autor), fiel y estrecho colaborador del papa anterior.
Libro ameno, entretenido, instructivo, didáctico; responde a multitud de dudas, preguntas y cuestiones sobre una institución religiosa que con más de dos mil años de historia nos contempla. Ah, y ¿dónde se guardan los secretos vaticanos? pues en el archivo secreto, dónde va a ser si no, como está mandao.