09:00
En la parada del autobús, leyendo declaraciones en los periódicos digitales.
Los políticos nos recuerdan una y otra vez, hasta con un punto de recochineo, que los sueños inocentes se corrompen.
Parece que las únicas virtudes para dedicarse a la política sean la mediocridad sin límites, la escasez de talento, la poca vergüenza y la falta de principios éticos.
09:05
Yo nunca cortaría el rabo a mi perro para dar algo de qué hablar a los atenienses, ni confiaría en quien lo hiciera.
09:07
En el autobús, leyendo los chistes gráficos de los periódicos digitales.
09:09
La sátira no mejora a los políticos, pero divierte e ilustra al pueblo (que los vota).