lunes, 20 de mayo de 2019

VIGÉSIMO SÉPTIMO AMANECER


07:00
Quiero cantar a la vida desde mi dolor. No es nada nuevo, esto mismo lo intentaron tantos, y otros tantos buscadores de belleza, y se diluyeron en el intento; hoy de ellos no queda nada, como de mí, mañana no quedará nada.

07:03
Poesía: sensaciones, sentimientos, emociones, necesidad psíquica y estética. Poesía: desahogo, descongestión, catarsis, vibración, éxtasis, levitación. El lado oculto de una mirada.

07:05
Sólo me veo a mí mismo en carne viva leyendo poesía, a nadie más.



lunes, 13 de mayo de 2019

APOTEGMA (112)

El azar rompe la norma y la norma es poder. La incertidumbre nos hace libres.

lunes, 6 de mayo de 2019

SERGUÉI ESENIN (1895-1925)

Surgido de las llanuras centrales rusas, el origen, las raíces campesinas determinan la actitud contemplativa, tranquila, natural, íntima y pasiva, como el paisaje que fija la imagen de la naturaleza. La estepa, las aldeas, los animales, el primitivismo de la vida cotidiana, las tradiciones religiosas impregnan la visión real del mundo. 

Espíritu de extremado lirismo creativo, cuasi místico, “monje humilde” y personalidad humana demasiado humana, “vagabundo rubio”. Atractiva dulzura angelical del poeta precoz que nunca dejó de ser precoz. Plástica imagen del arte popular, querido y admirado por los lectores como el pueblo ruso quiere y admira a sus poetas. Amaba a las mujeres y las mujeres le amaban a él, rendidas, tal vez, por su encanto personal. Pendenciero, bebedor, a veces insolente, esconde bajo la máscara un alma insatisfecha, descontenta, desconcertada, sumida en la incertidumbre. Actitud de mesías campesino inmerso en la bohemia del gran mundo urbano, alejado de su tierra natal. Dentro de las vanguardias literarias, cofundador del imaginismo ruso. Treinta años le fueron suficientes para vivir la vida en su plenitud, del simbolismo al realismo y del realismo al pesimismo, de la esperanza en la acción revolucionaria a la triste reacción de la posrevolución: la fama, el triunfo, la frustración. Peregrino que desea perderse en algún lugar de su vasta patria.

Rusia, óblast de Riazán, en la aldea de Konstantinovo a orillas del rio Oká, el jueves 3 de octubre de 1895 nace Serguéi Aleksándrovich Esenin. Perteneciente a una familia de campesinos pobres, su padre Alexander Nikitich Yesenin (1873-1931) tiene que emigrar a Moscú, trabaja en una carnicería (o donde puede), cuando deja de enviar dinero a casa, su madre Tatiana Fiodorovna Titova (1875-1955), ante la falta de apoyo de su patriarcal familia (que se había negado al matrimonio por diferencias de clase), se ve obligada a buscar trabajo como sirvienta interna. Trasladado al vecino pueblo de Matovo, queda bajo la guarda y custodia de su abuelo materno Fiodor Alexeyevich Titov (emprendedor y adinerado), viejo creyente de alma ortodoxa, educado en la literatura religiosa, la oración y la poesía oral; conocimientos que transmite a su nieto, ejerciendo sobre el inquieto y travieso Esenin una honda influencia. Desde los dos años, el niño escucha los cuentos populares que le cuenta su abuela Natalia Yevtikhiyevna, oye las canciones de los poetas errantes y repite sus rimas, comienza a leer a los cinco años evidenciando un temprano interés por la poesía. Arropado por el amor de sus abuelos y las enseñanzas de sus jóvenes tíos, vive una infancia feliz y vigorosa, nadando, cazando, montando a caballo, peleándose con los otros niños de la vecindad y visitando monasterios de la mano de su abuela.
 
En septiembre de 1904 se escolariza en el colegio local Zemstvo de su pueblo natal. En este mismo año escribe su primer poema. A pesar de haber perdido el segundo curso por comportamiento irrespetuoso, y sin mucho esfuerzo, se gradúa cinco años después, en 1909, con un certificado honorífico de buenas notas. Entremedias, el 22 de noviembre de 1905 nace su primera hermana Yekaterina (1905-1977), su segunda hermana Alexandra (1911-1981) nacerá el 16 de marzo de 1911. Volviendo a 1909, en septiembre, a instancias de su abuelo y con el beneplácito de sus padres, Esenin se matricula en una institución pedagógica administrada por la iglesia con el fin de formar maestros rurales, la escuela de magisterio de Spas-Klépiki una localidad situada a 30 kilómetros de Konstantinovo, (el edificio ahora alberga un museo en memoria del poeta). No se adapta bien el apuesto joven a su nuevo destino, arrogante y pretencioso cohabita con la contradicción entre la admiración y el rechazo de alumnos y profesores, se fuga una vez a la casa de sus abuelos quienes, rapapolvo incluido, le devuelven al lugar de donde ha venido. Asume la situación pero le puede la pasión poética. Lee a Pushkin, a Lérmontov y a cuanto poeta notable cae en sus manos, compone poemas que recita a quienes estén dispuestos a escuchar sean colegas, compañeros o los viajeros ocasionales que circulan por la estación del tren. Su fama se va extendiendo fuera de su entorno. En el año 1910 se fechan ocho poemas que serán incluidos en sus Obras Completas de 1925, a lo largo de este periodo de formación académica escribe alrededor de treinta poemas más que reunidos bajo el título de Pensamientos enfermos trata de publicar en el año 1912, siendo rechazado. Algunos de sus poemas primerizos se encuentran en un cuaderno de su amigo de la infancia Grisha Panfilov (1893-1914) persona de apoyo en la vocación del poeta. Atrapado en el entusiasmo por la literatura, regresa a casa de sus abuelos y, como era de prever, abandona los estudios. Aún así, en mayo, recibe el certificado de maestro de escuela primaria de lectura y escritura. En julio de 1912 sale de Konstantinovo rumbo a Moscú.

Acogido por su padre, una vez en Moscú, comienza a trabajar en la misma carnicería donde había servido como empleado su progenitor; ocupación que realiza a disgusto, no era ese el ideal por el cual el joven Esenin había abandonado la aldea; desea conducir su vida por otros senderos, los senderos de la poesía. En el otoño de 1912 nos encontramos a Serguéi formando parte del círculo literario y musical inspirado en la figura del poeta campesino Iván Súrikov, comienza a establecer vínculos de amistad con numerosos intelectuales de la época y a involucrarse (con limitado compromiso) en los movimientos obreros revolucionarios de Moscú, actividad que levanta sospechas en la policía secreta zarista que le mantiene bajo vigilancia e incluso en una ocasión allana y registra su apartamento. Meses después, desatendiendo la oposición de su padre, cambia de empleo, primero trabaja de auxiliar en una librería y, en marzo de 1913, como corrector de pruebas tipográficas en una imprenta editorial. Complementa su tiempo libre asistiendo como alumno independiente a clases de arte, historia y filología, y a conferencias sobre literatura rusa y europea, que imparten destacados catedráticos en la Universidad Popular Shanyavsky de Moscú. En las aulas universitarias entabla amistad con unos cuantos nombres aspirantes a poetas. Llegado el otoño contrae matrimonio civil con su compañera de trabajo Anna Izryádnova; de esta unión conyugal, el 21 de diciembre de 1914 nace Yuri, su primer hijo, que en 1937 morirá en un campo de trabajo víctima de las purgas estalinistas. En 1914, a la par que logra un aplazamiento para ingresar en las filas del mal equipado ejército zarista que lucha con coraje y sacrificio en la I Guerra Mundial, Esenin escribe mucho y publica donde le dejan; en el diario El amigo del pueblo (para quien compuso unos versos que fueron secuestrado por la censura zarista antes de que vieran la luz) y en revistas menores: debuta con el poema “Abedul” publicado en una revista infantil. Buscando nuevos aires que impulsen su carrera literaria, se marcha de Moscú donde deja su impronta de seductor, bebedor y camorrista.
 
Recién llegado a San Petersburgo (de 1914 a 1924 llamada Petrogrado por mor de la Gran Guerra, en un momento de desatados sentimientos antialemanes: el nombre original sonaba demasiado germano), el 9 de marzo de 1915 rinde visita al apartamento de Aleksandr Blok (1880-1921); ambos poetas, que acaban de conocerse, recitan sus poemas en cordial sintonía; la cálida bienvenida supone el inicio de una buena amistad y mutua admiración, Blok respaldará la carrera de Esenin, y Esenin considerará a Blok como uno de sus maestros. El 11 de marzo se reúne con el poeta Sergéi Gorodetsky (1884-1967) quien lo presenta en los salones literarios más importantes de San Petersburgo (por aquel entonces la capital cultural de Rusia). Esenin se integra con la facilidad que le caracteriza en la vida bohemia; escribe mucho, publica en revistas, a medida que su trabajo va siendo reconocido aumenta su fama y amplía el círculo de conocidos cada cual más prestigioso: Rurik Ivnev (1891-1981), Andréi Bely (1880-1934), Zinaida Gippius (1869-1945), Nikolái Kliúyev (1887-1937) - de quien se hace íntimo amigo a pesar de ser dos personalidades opuestas, ambos comparten recitales y experiencias poéticas -, Razumnik Ivanov-Razumnik (1878-1946), Leonid Kannegisser (1896-1918) – conocido por asesinar a Moiséi Uritsky jefe de la seguridad del estado en la Cheka local -, Nikolái Gumilyov (1886-1921) y Anna Akhmatova (1889-1966), Vladimir Mayakovski (1893-1930), Máximo Gorki (1868-1936), etc. la lista de nombres podía conformar una guía telefónica; todos ellos influyen en el desarrollo formal y lírico del poeta. Junto al vate rural Sergéi Klychkov (1889-1937), participa en la creación del grupo literario Krasa (Belleza) perteneciente al movimiento nuevos poetas campesinos que ensalzan la grandeza de la Madre Rusia. A principios de enero de 1916, recomendado por su amigo Kliúyev, debuta en la edición con el poemario Radunitsa una colección de poemas donde se mezclan la espiritualidad y la naturaleza. El libro recibe una respuesta elogiosa por parte de la crítica, se podría decir que incluso entusiasta, convirtiéndole en un bardo popular. Este caudal de éxito es interrumpido por una nueva llamada a alistarse en el ejército que trampea tirando de amistades. Por intercesión, ante algún mandamás castrense, de sus amigos poetas Nikolái Kliúyev y, principalmente, Sergéi Gosodetsky, Esenin evita el frente de batalla; sirve como auxiliar de enfermería en un tren hospital militar: transporta camillas con heridos, carga y descarga material médico, distribuye alimentos, cuida del mantenimiento y limpieza de las instalaciones, etc. Cumplir con estas obligaciones no le impide continuar con sus actividades culturales. El 22 de julio de 1916 la emperatriz Alejandra Fiódorovna (patrona del tren) y sus hijas acuden a un concierto especial de música y poesía contemporánea en el que intervienen entre otros: Aleksandr Blok, Osip Mandelstam, Anna Akhmatova, Nikolái Kliúyev y Serguéi Esenin quien recita dos de sus poemas; al término de la gala, la emperatriz le dice al poeta: «sus poemas son hermosos, pero tristes» y el poeta responde: «lo mismo podía decirse de Rusia». Las relaciones con sus mandos comienzan a deteriorarse, el vaso rebosa cuando Esenin se niega a escribir junto con su amigo Kliúyev un libro de poemas pro-zaristas, encargo expreso del coronel Dmitri Nikolaevich Loman, hombre cercano a la familia real; como consecuencia el poeta pasa veinte días en arresto disciplinario. Durante este periodo de más o menos un año, escribe poco, sin embargo el tiempo creativo perdido lo gana en experiencia de vida. Desobedeciendo las instrucciones para que se incorpore a un nuevo puesto, el 20 de marzo de 1917, Serguéi Esenin deserta del ejército zarista; un mes antes el zar Nicolás II había abdicado del trono, soplan vientos de revolución.

Un año después de divorciarse de su primera esposa, Anna Izryádnova, el 4 de agosto de 1917, en la pequeña iglesia de Kiriko-Ulitovskaya cerca de Vologda, Serguéi Esenin contrae matrimonio con Zinaida Nikolayevna Reich (1894-1939), a quien había conocido en primavera en la redacción del periódico social revolucionario Delo Naroda de San Petersburgo (Petrogrado). Después de la boda visitan Oryol, residencia de los padres de ella, y en septiembre regresan a San Petersburgo donde Zinaida trabaja en el Narkom-Prod (Comisariado de Abastos). En 1918, cuando las oficinas del Narkom-Prod se mudan a Moscú la pareja también cambia de ciudad. Zinaida se esfuerza (e incluso con el producto de su trabajo) por mantener la estabilidad de la relación; cuando se queda embarazada se traslada a Oryol al calor de la ayuda de su familia, Esenin, en cambio, se queda en Moscú continuando con su vida de literato bohemio. El poeta abraza con entusiasmo la Revolución de Octubre que trae la liberación del mujik, apoya a los bolcheviques aunque él no se siente bolchevique; se mezclan los sentimientos más contradictorios. Escribe poemas revolucionarios donde expone su mesianismo campesino y la conquista del paraíso rural socialista. En el magma de la Revolución se mueve como pez en al agua, la poesía escrita u oral es el género que triunfa entre los ciudadanos de cualquier condición, ya sean obreros o burgueses. Serguéi Esenin recita sus poemas (y no sólo recita) vagando del burdel al cabaré y del café al teatro; es aclamado por las masas revolucionarias que lo abrazan y lo besan, y lo solicitan, llena su agenda de invitaciones a recitales, comienza a hacer giras por todo el país: Crimea, el Cáucaso, Turquestán Occidental, Besarabia, etc. Su fama crece a la par que su desenvoltura en los lances amorosos, las borracheras y sus disputas pendencieras; comportamiento casi casi que viene de fábrica, marca de la casa. El ajetreo mundano no sepulta la actividad político cultural. A lo largo del año 1918, participa activamente en el consejo editorial de la revista Nash Put y en los recopilatorios Skify y Krasny Zvon; cofunda junto a Andréi Bely, Lev Plevitsly, Petr Oreshin y Sergéi Klychkov la editorial Trudovaja Artel Xudoznikov Slova; publica los poemarios Golubén e Inonia; junto con Nikhail Gerasimov (1889-1939) y Sergéi Klychkov compone el libreto de la cantata que se interpretó con motivo de la inauguración, en la Plaza Roja de Moscú, del mural «Caídos por la paz y la hermandad de los pueblos»; responde a la llamada del Consejo de Comisarios del Pueblo (Sovnarkom), «¡La patria socialista está en peligro!», alistándose en el Escuadrón Militar Revolucionario; es admitido en el Sindicato Profesional de Escritores de Moscú; etc. Es un no parar.

El 11 de junio de 1918 nace en Oryol su hija Tatiana (periodista y escritora). Al año siguiente Zinaida regresa con la niña a Moscú. Reagrupada la familia, la relación de la pareja pasa de inestable a inaguantable, el alcohol exacerba el carácter bronco del poeta; los ataques de celos, las discusiones, los malos tratos (incluso estando la esposa embarazada), los escándalos son diarios; dormida la mona viene el arrepentimiento, los golpes de pecho, el ponerse de rodillas e implorar perdón, para otra vez volver a las andadas. Esenin no está hecho para ser un marido ejemplar, lo suyo son los versos, los amigos, el vino y las mujeres, abandona a su esposa y a su hija que quedan desprotegidas, sumidas en la desolación y la pobreza. Zinaida, nuevamente embarazada, encuentra refugio en un albergue para madres solteras, el 3 de febrero de 1920 da a luz al segundo hijo del matrimonio, Konstantin (periodista de fútbol); cuenta Anatoly Marienhof (1897-1962) compañero de piso y supuesto amante homosexual de Esenin, que Serguéi sembraba dudas sobre la paternidad de su hijo Konstantin, porque el niño tenía el pelo negro y él era rubio. Aunque de facto vivían separados, el matrimonio se disuelve oficialmente el 5 de octubre de 1921. Sin embargo este no será el fin definitivo de la relación entre ambos. Una vez libre, Zinaida, alumna en un taller estatal de teatro experimental, conoce al prestigioso director teatral Vsévolod Meyerhold (1874-1939), veinte años mayor que ella, con quien (recién divorciado de su esposa) se casa en 1922. Meyerhold ejerce de Pigmalión y Reich se convierte en una gran actriz, musa de los escenarios soviéticos en los años 30. En medio de esta relación, con la excusa de estar más cerca de la vida de sus hijos, se cuela Esenin quien inicia una nueva aventura sentimental con Zinaida a escondidas (o no tanto) de su marido. Las vidas del trío pasarán de la farsa a la tragedia. El 20 de junio de 1939, un año después de ser cerrado su teatro, Meyerhold es arrestado bajo la acusación de practicar un arte alienante para el pueblo soviético; días más tarde, la noche del 14 al 15 de julio Zinaida Reich es apuñalada salvajemente, el asesinato apunta a que fue cometido por sicarios del NKVD (Comisariado del Pueblo Para Asuntos Internos). Víctima de las purgas estalinistas, el 2 de febrero de 1940, Vsévolod Meyerhold fue fusilado; su nombre tuvo que esperar hasta la muerte de Stalin para quedar limpio de todos los cargos.

Tanto en la vida íntima como en la literaria, los primeros años de la década de los veinte suponen la etapa más prolífica del poeta. Junto a Anatoly Marienhof y Vadin Shershenevich (1893-1942) fundan el movimiento ruso de los imaginistas; en enero de 1919 aparece el manifiesto del grupo redactado casi en su totalidad por Shershenevich. El Imaginismo es una corriente estética heredera del Futurismo cuyo principio artístico básico es la imagen potente, llamativa, poderosa. Los imaginistas, librepensadores posrevolucionarios, establecidos en diferentes ciudades, abren editoriales colectivas (una de ellas se llamó Imaginismo), publican revistas donde divulgan sus trabajos y venden sus propios libros en una librería alquilada en el centro de Moscú. Serguéi Esenin, principal exponente del grupo, pronto abandona el movimiento declarando que: “lo importante no es la imagen, sino el sentimiento poético del mundo”. Su poesía definida por el recuerdo de la tierra natal, los días de la infancia perdida, el simbolismo religioso y el mundo campesino condenado a desaparecer; amplía los temas, se vuelve más personal, áspera y directa. En su ensayo Las llaves de María desarrolla toda una teoría de su universo poético. El 28 de agosto de 1919 es elegido miembro del Órgano de la Unión de Poetas de Rusia. En la primavera-verano de 1920 publica Treriádnitsa y emprende una gira de recitales poéticos por el sur de Rusia. En octubre se produce su primer contratiempo con el sistema político, a causa de una denuncia anónima es arrestado junto con sus camaradas imaginistas los hermanos Aleksandr y Rubén Kusikovs, después de diez días de cárcel es liberado por mediación de su amigo el agente de la Cheka Yakov Blumkin (1898-1929). En una de las muchas veladas literarias celebradas en las noches de invierno conoce a Galina Benislavskaya (1897-1926) amante, amiga íntima y secretaria del poeta. Coincidiendo en el tiempo (en el llamado ciclo “poesía en los cafés”), también conoce a otra de sus amantes, la poetisa y traductora Nadezhda Davidovna Volpin (1900-1998), de esta relación, el 12 de mayo de 1924, nacerá Alexander Sergeyevich Esenin-Volpin (1924-2016), disidente soviético, poeta y matemático; su último hijo, al que nunca llegó a conocer. En el mismo año de 1920 la editorial Goslitizdat rechaza publicar tres libros de Esenin, sin embargo, para compensar, su poemario Tríptico se publica en una editorial de Berlín. Al año siguiente 1921 verán la luz la colección Confesiones de un granuja y el drama poético Pugachov: loa a la figura del cosaco rebelde Yemelian Pugachov (1742-1775) líder de la sublevación popular que puso en jaque al gobierno de Catalina II.
  
A la vuelta de un viaje por los Urales y Asia Central, donde disfruta del encanto de las viejas ciudades, las pintorescas costumbres y la particularidad del paisaje; en el otoño de 1921, durante una visita al estudio del pintor Georgy Yakulov (1884-1928), Serguéi Esenin conoce a la bailarina y coreógrafa estadounidense Isadora Duncan (1877-1927), 17 años mayor que él. A pesar de la barrera del idioma (ni Isadora hablaba ruso ni Esenin inglés, como mucho chapurreaban unas pocas palabras en francés) el magnetismo de ambos enciende la chispa de la pasión, ella ve en él un ángel desvalido y él ve en ella la ternura de una diosa: romance de papel cuché entre el poeta campesino y la diva. Siguiendo a su nuevo amor, atraída por el romanticismo revolucionario y las posibilidades laborales que el gobierno soviético le dice ofrecer en el campo de la danza, Isadora Duncan se instala en Moscú. El 2 de mayo de 1922 Isadora y Serguéi se casan y ocho días más tarde, el 10 de mayo, toman el avión rumbo a Alemania, emprenden un viaje por diferentes países de occidente. Visitan Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Estados Unidos y Canadá, alternan el turismo y la gira profesional de ella. Desde el primer momento Duncan, valiéndose de su celebridad, se esfuerza en lanzar la carrera literaria de su marido: promueve la traducción de sus obras (se publican antologías en alemán y francés), organiza presentaciones y recitales; procura darle el protagonismo que se merece. Aun así en la prensa y en algunos círculos del entorno de la bailarina, siguen considerando al «joven acompañante», un exotismo, el capricho excéntrico de la estrella. No contribuye a mejorar la opinión pública el comportamiento de Esenin que sólo habla ruso y se niega a aprender ningún otro idioma (se comunica a través de intérpretes), se siente desubicado, fuera de lugar, le cuesta adaptarse a la vida en occidente: «Occidente es el reino del dólar, del foxtrot, de la espantosa pequeña burguesía siempre vecina de la idiotez», escribe en una carta dirigida a su amigo Marienhof. En la soledad y el aislamiento le acompaña la bebida, se vuelve irascible; las salidas de tono en eventos públicos, los escándalos en restaurantes, los actos vandálicos en habitaciones de hotel, las continuas peleas (a veces violentas) con o contra su esposa, alimentan los titulares de los ecos de sociedad de revistas y periódicos. Cuando la pareja visita Estados Unidos son rechazados acusados de bolcheviques: «Estados Unidos es un lugar apestoso donde no sólo se asesina el arte, sino que con él todas las aspiraciones más elevadas de la humanidad», opina Esenin. La situación va de mal en peor (la diosa clásica es una vieja dama y el joven poeta un noble bruto), los amigos de Isadora le aconsejan separarse, ella apela al instinto maternal: es un muchacho desvalido que necesita ayuda. En la primavera de 1923 Serguéi Esenin regresa a su tierra. El destino de Duncan recorre el camino opuesto, no soporta las duras condiciones de vida del país, ni la falta de cumplimiento de las promesas del régimen soviético; abandona Rusia para siempre; y sigue con su vida poco convencional y al margen de la moral, hasta la noche del 14 de septiembre de 1927 en Niza (Francia), en la que muere estrangulada, al enredarse la larga chalina que llevaba al cuello en una rueda del automóvil descapotable en el que viajaba. Sus cenizas reposan en el cementerio parisino de Pére-Lachaise.

De retorno a Moscú, Esenin enfila su descenso a los infiernos. Esperándole está Galina Benislavskaya la asistente leal, la acompañante devota, la fan número uno, la chica para todo menos para el amor, a la que ve como un amigo no como una mujer; y una vez más así lo demuestra, Serguéi Esenin conoce a la actriz Augusta Miklashevskaya (1891-1977), juntos pasean por el bulevar Tverskoy, él visita con frecuencia su piso, le dedica poemas, hasta se rumorea que se han casado en una ceremonia civil secreta antes de obtener el divorcio de la Duncan; romance turbulento, pasional y fugaz. Inestabilidad personal. El regreso a Rusia le descubre un país que ha sufrido grandes cambios al tiempo que él estaba dando vueltas por el mundo: colectivización forzosa, industrialización impuesta, expoliación, adoctrinamiento, persecución, arrestos, torturas, deportaciones, ejecuciones, opresión; la Revolución se va desplazando en sentido opuesto al que él esperaba, ahora los campesinos citan consignas marxistas, empieza a acentuarse la desilusión con la realidad. El temperamento terco e indómito del poeta incrementa la dificultad de adaptarse a las transformaciones políticas y aceptar las contradicciones internas. Critica abiertamente al gobierno soviético, por lo cual sufre el hostigamiento de la policía secreta. El 20 de noviembre de 1923 es detenido, acusado de antisemitismo y el 10 de diciembre sale absuelto sin cargos. De enero a abril de 1924 se ve envuelto en cuatro causas penales por vulneración de diferentes artículos del Código Penal: peleas, embriaguez, escándalo público, incivismo, etc. Su adicción al alcohol está fuera de control, las borracheras son diarias; el problema se agrava, a menudo sufre alucinaciones fantasmagóricas, su comportamiento es errático e impredecible. Necesitado de asistencia médica es internado en hospitales psiquiátricos. En julio de 1924 publica Tabernas de Moscú, donde glosa su vida de inadaptado social.
             
Tratando de encontrar el sentido de su vida, salir de la profunda crisis que le aqueja, y, posiblemente, también para sacudirse un poco del acoso policial al que se siente sometido, Esenin visita varias veces su pueblo natal, y el 3 de septiembre 1924 viaja al Cáucaso. A principios de 1925, ya de regreso en Moscú, conoce a Sophia Andreyevna Tolstaya (1900-1957), nieta del escritor León Tolstoy, con la que meses después contrae matrimonio en una sencilla ceremonia. Esta nueva relación rompe definitivamente todo vínculo con la incondicional amiga Galina Benislavskaya, que se siente utilizada, humillada y ofendida. Serguéi intenta construir una vida familiar que le devuelva la estabilidad, la normalidad e incluso la creatividad. Sophia, joven educada en las estrictas normas de la moral aristocrática, cree que puede cambiar la conducta del poeta: le separa de sus compañeros de francachela, le ofrece una casa, una esposa y cuidados; pero nada es suficiente, el alcoholismo crónico, otras adicciones y una depresión profunda le llevan a sufrir un brote psicótico y, en noviembre, nuevamente tiene que ser internado en un hospital psiquiátrico. Un mes después discretamente es dado de alta. Visita la editorial estatal Gosizdat donde ultima el acuerdo para publicar una colección de poemas en tres volúmenes. Y alejándose de una unión conyugal que, una vez más, no le hace feliz, el 23 de diciembre toma el tren nocturno con destino a Leningrado (San Petersburgo). Al día siguiente, ocupa la habitación nº5 en el Hotel Internacional (hoy reconstituido Angleterre Hotel), vecino de la catedral de San Isaac y a cuatro pasos de la plaza del Palacio, del museo Hermitage y la famosa avenida Nevsky; no se esconde precisamente. En los días 25, 26 y 27 de diciembre en continuo estado de embriaguez se reúne con amigos entre los que se encuentran Nikolái Kliúyev y Wolff Ehrlich (1902-1937), a este último le entrega un papel doblado con unos versos escritos con su propia sangre (lo que pudo ser resultado de un primer intento de suicidio):

“Adiós, amigo mío, adiós,
te llevo en el corazón.
Predestinada la separación
promete un futuro encuentro.

Hasta pronto, amigo mío,
sin gestos ni palabras,
no te aflijas ni entristezcas el ceño
En la vida morir no es nuevo
y, por supuesto, tampoco es nuevo vivir”.

Sobre las once de la mañana del 28 de diciembre de 1925, Elizaveta Ustinova esposa de Georges Ustinov, periodista de Moscú viejo amigo de Esenin (la pareja se aloja en el mismo hotel), llama a la puerta de la habitación del poeta con quien habían quedado para desayunar; como no recibe respuesta insiste en golpear cada vez más fuerte, hasta que llega Wolf Ehrlich, que también lo intenta sin ningún resultado; deciden llamar a un empleado para que abra la puerta. Entran en la habitación: la cama está sin deshacer, el sofá vacío, miran hacia una esquina entre la ventana y la pared, donde hallan a Sergéi Esenin ahorcado con las correas de la maleta en los tubos de la calefacción. Un extracto del informe policial dice: «El cuerpo colgaba justo debajo del techo y los pies estaban aproximadamente a un metro y medio del piso. Cerca del lugar donde colgaba el hombre había una mesita de noche volcada y caído el candelabro que tenía encima. Cuando se descolgó el cuerpo, se examinó, se encontró un corte en el brazo derecho sobre el codo, rasguños en la muñeca izquierda y una contusión debajo del ojo izquierdo. Estaba vestido con pantalones grises, una camisa blanca y zapatos negros de charol». Las hipótesis sobre el suicidio simulado que esconde un asesinato político, comienzan a conjeturarse en una época donde los personajes incómodos para el sistema sufren persecución.

El 29 de diciembre, después de la ceremonia de despedida oficiada en la Unión de Escritores de Leningrado, el ataúd con los restos mortales del poeta, acompañado por su viuda Sophia Andreyevna Tolstaya-Esenina, parte hacia la capital moscovita. El 31 de diciembre de 1925, en un ambiente multitudinario de funeral de estado, al que acuden todas sus esposas y amantes (menos Isadora Duncan que estaba en París), familiares, amigos, compañeros y admiradores; Serguéi Esenin es enterrado en el cementerio Vagankovskoye de Moscú. «El último poeta del pueblo» tenía 30 años, deja una vida intensa, una mirada dulce y melancólica y la gloria de una leyenda. Aunque parte de sus composiciones fueron prohibidas durante el estalinismo (hasta 1966 sus obras completas no pudieron reeditarse), sus poemas se recitan en las escuelas rusas y son cantados en canciones; alrededor de su lápida se reúnen numerosos visitantes que honran su memoria en silencio y depositan flores frescas, otros leen poemas o cuentan historias mientras toman bebidas reconfortantes. Cerca del monumento a Esenin reposa Galina Benislavskaya, la eterna amante no correspondida, la obsesión de un sentimiento que da sentido a su existencia. Un año después del suicidio de Serguéi, Galina (29 años), cautiva de la depresión y el abatimiento, aprovecha la soledad del cementerio para pegarse un tiro en el corazón sobre la losa sepulcral de su amor amargo. Cuenta la leyenda que, en el silencio de las noches sin luna, el fantasma de la Benislavskaya ronda la tumba del poeta. Destinos trágicos de pasiones desmedidas.