No
hablaremos de política.
¡Prohibido
política!
¡Tabú
política!
¡Stop
política!
Hablaremos
del ayer, del hoy y del mañana
de
tu vida y de mi muerte
de
los laberintos del alma
de
los jardines del corazón
de
las lágrimas que derraman
de
las sonrisas que iluminan.
Hablaremos
de arte, de cultura y de belleza
de
los libros en los que nos perdemos
de
la música que nos posee
de
las películas que vivimos
de
la anarquía de la primavera
y
del sosiego del otoño.
Hablaremos
de lo que queremos ser
o
somos o fuimos.
Hablaremos
de lo que dejamos de ser
o
dónde nos equivocamos siendo
o
lo inútil que es querer que seamos
lo
que nunca seremos y nunca hemos sido.
Hablaremos
del tiempo robado hablando de política
y
en las palabras nos haremos inmortales.