Una madre ausente que
abandonó a la familia huyendo de un padre borracho, vago y maltratador, muerto
en un accidente de tráfico cuando conducía beodo una motocicleta robada. Relato
triste que encuentra consuelo en una historia conocida: capricho de muchacha
adinerada y pija que enamora a muchacho pobre y marginal; promesas de volver
triunfante y rico cuando ella ya no será la misma ni estará esperando. Destilando
odio por la vida se alista en el ejército, el objetivo es curtirse, labrarse un
futuro de guerra en guerra en lugares olvidados de la piedad de Dios y enviar
postales desde el culo del mundo. Eso fue el ayer, ahora es el hoy.
Noche de invierno, corre el
viento helado. Por la ventanilla bajada de un coche asoma el cañón de una
pistola con silenciador, el primer disparo (apenas un clip) le vuela la cabeza
a un tipo, el segundo disparo (apenas otro clip) le parte en dos el corazón al
acompañante. Acción ejecutada con precisión quirúrgica y la tranquilidad del
que se fuma un cigarrillo o se cepilla los dientes antes de acostarse. Un taxi,
un avión y vuelta a la tranquilidad del hogar; una novela de ciencia ficción,
un disco de la Callas, el revólver escondido siempre a mano y unos cuantos
regalos de despedida para la amante; una nueva vida le espera y ella no figura
en el reparto: este ha sido su último viaje de negocios. En algunas profesiones
resulta difícil retirarse, siempre quedan las huellas de un pasado y un último
trabajo que puede amargarte la jubilación. Llamadas telefónicas con advertencias; un coche que
sigue a tu coche por los bulevares, por las autopistas, por viejas calles
intrincadas, sin disimulo. Estar alerta para que no te pillen desprevenido con
la boca de una semiautomática besándote en la sien: observar, vigilar, mirar atrás,
detenerse en los escaparates, entrar y salir en los portales, atajar por
callejones, aligerar el paso en las esquinas, picar marchas, contramarchas,
cambiar de transporte (metro, autobús, taxi…). Si te persiguen tus dramas
interiores, el ajuste de cuentas con un pretérito imperfecto, de nada sirve
esconderte en una isla desierta desconocida de todo el mundo o en un lugar
lleno de gente donde confundirte con la masa. Lo que no consigue el perdón lo
consigue la venganza.
Las cosas no siempre salen
como uno quiere o desea. Vuelta al trabajo. No es un mafioso, es un militar, un
soldado que cumple con su deber en operaciones especiales mercenarias, sin
gloria; la lista de las numerosas víctimas muestra con claridad por cuenta de
quien trabaja. Fusil de asalto, mira telescópica y anteojos, todo listo para
cumplir el contrato. Una misión arriesgada como todas; en fin, te pagan por el
riesgo que corres no por la habilidad que se supone tienes… Algo no cuadra,
quien tiende una trampa puede caer en otra…
¿Cuál es el futuro de un
asesino a sueldo retirado, que no encuentra consuelo en la bebida ni el sexo e
incapaz de matar? Cuando duerme, ¿con qué sueña?.