22,30 Ha
entrado la primavera y ni una gota de lluvia se ha marchado. Continúa haciendo
frío, se levanta un breve eco por encima del murmullo. Ha entrado la primavera
siendo invierno. Escucho sermones, hace frío, toda la culpa es del cielo.
22,37 Tiembla
la noche, una brisa astillada en mil pedazos se cuela por los intersticios de
la ventana, balancea el estor, la siento en la espalda y en la nuca, es difícil
no darse por enterado. Pertenece al ocaso, mueve penas y congojas, el único
ocaso que recorre en otoño aquel camino de labradores, entre huertos y matojos
intachable señala la casa en ruinas.
22,48 El
vagabundo del silencio se remienda la vida con palabras.