Paseos a caballo, veladas de bridge y noches de foxtrot en el Savoy. Su nítida mirada femenina expresaba el cotidiano desaliento de un triste matrimonio. Desde el primer encuentro se había prendado de él. Temiendo la gravedad de las apariencias, ella buscó una causa objetiva de distanciamiento; su ropa deportiva, su impostada juventud, su actitud demasiado cortés para ser sincera, definitivamente era un petimetre arrogante y vanidoso.