Virus del Odio:
Tiene como objetivo alterar el funcionamiento del talante inmunológico de la conciencia, colonizándola con la intención de modificarla o dañarla. Son, sencillamente, sentimientos maliciosos compartiendo un mismo propósito. La ruta de entrada del patógeno social fija su origen en factores individuales y colectivos de carácter polimorfo; la soberbia, el resentimiento, la envidia, el egoísmo y el miedo, expresados de palabra, obra u omisión, ritualizados o explícitos e implícitos. Sus síntomas empiezan a manifestarse con intensidad variable; prejuicios, desprecio, arbitrariedad y generalizaciones. A medida que se propaga multiplica la virulencia; rabia salvaje, juicios tóxicos, crueldad, mentiras y calumnias. Capaz de sobrevivir en las condiciones más adversas su potencial de transmisión es muy elevado. Los tratamientos para curar el contagio, aunque son suficientes, pueden resultar ineficaces; la razón, la verdad y el amor.
Patología del odio; las virtudes de los otros no son nuestra felicidad; las desgracias ajenas son nuestra felicidad, hasta la autodestrucción si fuera necesario. Nunca antes un fin justificó tanto los medios.
Tiene como objetivo alterar el funcionamiento del talante inmunológico de la conciencia, colonizándola con la intención de modificarla o dañarla. Son, sencillamente, sentimientos maliciosos compartiendo un mismo propósito. La ruta de entrada del patógeno social fija su origen en factores individuales y colectivos de carácter polimorfo; la soberbia, el resentimiento, la envidia, el egoísmo y el miedo, expresados de palabra, obra u omisión, ritualizados o explícitos e implícitos. Sus síntomas empiezan a manifestarse con intensidad variable; prejuicios, desprecio, arbitrariedad y generalizaciones. A medida que se propaga multiplica la virulencia; rabia salvaje, juicios tóxicos, crueldad, mentiras y calumnias. Capaz de sobrevivir en las condiciones más adversas su potencial de transmisión es muy elevado. Los tratamientos para curar el contagio, aunque son suficientes, pueden resultar ineficaces; la razón, la verdad y el amor.
Patología del odio; las virtudes de los otros no son nuestra felicidad; las desgracias ajenas son nuestra felicidad, hasta la autodestrucción si fuera necesario. Nunca antes un fin justificó tanto los medios.