Contrición lúcida
contenida en el germen de la ira
sorda al temblor de la poesía
vulnerable en su necesidad de
quizás
nunca haber amado a nadie
o
al cómplice equivocado.
Roto el vínculo
a quien entregaba
todas las noches de olvido
comprende la verdad:
el hambre insaciable
la sed inextinguible
fueron una borrachera efímera del desaliento.