Maternidad: once hijos concibió en su seno; frente a un marido a veces ausente asume la responsabilidad de sacar la familia adelante. Sentimiento: primero descubre leyendo a escondidas por las noches hasta caer rendida por el sueño, luego conoce, se desposa y toma el apellido de Tekkan Yosano poeta de estilo recio, miembro-fundador del “Círculo de la Nueva Poesía”. Compromiso: protesta contra una sociedad conservadora, hipócrita, corrupta e ignorante que considera vulgar y deprimente; critica la ideología imperialista y militarista del gobierno y sobre todo se subleva contra el machismo dominante que discrimina a la mujer del hombre obligándola a cumplir el papel de objeto del deseo, abnegada esposa y madre sumisa; pionera del movimiento feminista japonés en una época de cambios a caballo entre la Era Meiji y la Era Showa, lucha a favor de que las mujeres tengan los mismos derechos legales, laborales, civiles y la misma educación que los varones, para que dispongan de sus vidas con libertad e independencia; empeño político que pagó al contado su canon al conservadurismo de una crítica sañuda que ninguneó sus obras hasta mediados del siglo XX; fue rescatada de la injusta omisión por las nuevas generaciones de postguerra.
Poesía: “la poesía es mi vida” declara, en ella encuentra la satisfacción a sus sueños, sentimientos e impetuosas sensaciones erótico-románticas; expresa sin pudor con frescura y desinhibido descaro la sexualidad femenina, el poder de seducción, la emoción del instante, el ardor inocente y sagrado del amor que desafía al pecado y la moralidad; el gozo de los amantes aprovechando la primavera de la pasión sin importar la reputación ni el futuro, solazándose en la hermosura del cuerpo desnudo en la noche, siempre en la noche: el pelo revuelto, el rojo de los labios, el rubor de las mejillas, la piel hermosa del cuello y la espalda, el velo caído apenas se sostiene con las manos sobre los senos y el perfume de las flores; expresiones del acto sexual, de la pasión, del enamoramiento, de la sensualidad y del erotismo; como el cabello negro simboliza la belleza femenina, el loto blanco la pureza, el color violeta el amor ideal y el koto el amante. Intimidad despojada de pudor.
El respeto y la admiración de Akiko Yosano por la obra de la gran Murasaki Shikibu autora de la inmortal “Genji Monogatari”, corren por las estrofas de estos tankas (formas poéticas clásicas de la cultura japonesa; en sus inicios fueron mensajes cifrados de agradecimiento que se enviaban los amantes después de un encuentro de placer). Bellos poemas para leer bajo los cerezos del parque en la melancolía del atardecer.
Poesía: “la poesía es mi vida” declara, en ella encuentra la satisfacción a sus sueños, sentimientos e impetuosas sensaciones erótico-románticas; expresa sin pudor con frescura y desinhibido descaro la sexualidad femenina, el poder de seducción, la emoción del instante, el ardor inocente y sagrado del amor que desafía al pecado y la moralidad; el gozo de los amantes aprovechando la primavera de la pasión sin importar la reputación ni el futuro, solazándose en la hermosura del cuerpo desnudo en la noche, siempre en la noche: el pelo revuelto, el rojo de los labios, el rubor de las mejillas, la piel hermosa del cuello y la espalda, el velo caído apenas se sostiene con las manos sobre los senos y el perfume de las flores; expresiones del acto sexual, de la pasión, del enamoramiento, de la sensualidad y del erotismo; como el cabello negro simboliza la belleza femenina, el loto blanco la pureza, el color violeta el amor ideal y el koto el amante. Intimidad despojada de pudor.
El respeto y la admiración de Akiko Yosano por la obra de la gran Murasaki Shikibu autora de la inmortal “Genji Monogatari”, corren por las estrofas de estos tankas (formas poéticas clásicas de la cultura japonesa; en sus inicios fueron mensajes cifrados de agradecimiento que se enviaban los amantes después de un encuentro de placer). Bellos poemas para leer bajo los cerezos del parque en la melancolía del atardecer.