sábado, 21 de agosto de 2010

JOAN BOIX Y RICARD FERRANDIZ; “EL ÚLTIMO COMBATE”.

Uno de los indicadores externos a nuestra persona que mejor nos muestra el paso del tiempo es el envejecimiento, el deterioro físico (en el menos malo de los casos) y la desaparición (en el peor) de familiares, amigos y conocidos; los únicos que (salvo contadas excepciones) esquivaban esta percepción son y eran nuestros héroes de ficción que siempre permanecen jóvenes, intemporales, inmunes al desgaste vital, tocados por el elixir de la eterna juventud, vivitos y coleando añadiendo páginas a su sobrehumana existencia. No ha sido éste, por fortuna, el destino del Capitán Trueno. Después de una vida intensa de aventuras en defensa de los más débiles y reparando la justicia allí donde haya sido mancillada, el noble caballero cruzado, viudo de su amada Sigrid, pasa la senectud retirado en su castillo del Ampurdán, de donde saldrá para, junto a sus inseparables Crispín (adulto y casado) y Goliath (las canas no le han hecho perder el apetito) emprender el último combate. Su muerte y posterior funeral quedan envueltos en la magia de las leyendas, en la épica de los mitos; hermoso final para una postrera aventura quizás demasiado simple, que a mí me hubiese gustado más intensa y larga. No he podido evitar una lagrimita de congoja. ¡Hasta siempre amigo!
PD: Espero que al héroe se le respete su descanso en paz en El Lago de los Druidas.